Que partido, que cambio a lo que se venía haciendo, pero solo por 89 minutos, donde por estos 89 minutos, apareció la Unión Española del Apertura, liderado por un Ramirez inspirado, y no el opaco y errante del Clausura.
Los primeros 15 minutos del equipo de Carvallo fueron de una superioridad que se extrañaba (frente al campeón del futbol Argentino). Mostró un nivel altísimo que anuló a Vélez en esa franja del partido. Manejó el balón, atacó con propiedad y se apoderó del mediocampo. Encontró en Estévez al puntero necesario para adueñarse de ese espacio que Papa (lateral izquierdo, seleccionado Argentino) dejó permanentemente cuando se sumó al medio y a Ramírez con esa explosión que le permitió avanzar metros con toda libertad.
Luego de esos paisajes asoleados de la Unión, vino algo más sombrío. Vélez se apuró y encontró la mano del encuentro. Se adueñó de zonas que había perdido, convirtió el gol y asumió su protagonismo. En esa instancia la Unión se recogió y se ahogó por la presión del local, sin embargo, en el peor momento del equipo chileno tuvo la virtud de convertir un tanto David Ramírez y eso le devolvió el aire al empatar el compromiso.
Vino el descanso y fue productivo, es decir, el ataque argentino fue permanente, pero sin daño y la contra resultó el compañero ideal para encontrar un golazo magistral que conquistó Estévez luego de una jugada a lo Maradona de David Ramirez , así descrito por la gente de Fox, habilitando finalmente al Pipa.
La historia era la misma: Vélez entraba y la Unión respondía sin sobresaltos con una buena armonía de todas las líneas. Todo lindo, la victoria en el bolsillo hasta el minuto 90... 90!!!!… Hasta el último minuto el elenco chileno ganaba y aseguraba 3 puntos y dos goles como visita, vitales para esta definición en la Copa Sudamericana. Pero en sólo dos minutos, vino una catástrofe.
Centro desde la derecha, cabezazo al poste derecho de Limenza, el balón vuelve al campo y rebota en Rosende, es decir, con un autogol el que claramente fue mala fortuna por parte de Rosende, pero no así la generación del tiro libre, lo mismo de hace rato... y empataba el once de Gareca. Minuto 91, se dan dos cabezazos en el área y entra sólo para definir Zárate. Fin de la historia y otra vez con lo mismo.
Y el juego aéreo (que controló durante 89 minutos) nuevamente liquidó a Unión, y en sólo 2 minutos.....
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