No es fácil encontrar ex jugadores que después, como entrenadores, reflejen el mismo sentimiento futbolístico. Estar fuera de la cancha, sufriendo solitariamente para que sus dirigidos hagan lo que uno solía hacer o lo que pensaba que su equipo debía realizar, impone renuncias y entregas como aquella que dice que "finalmente son los futbolistas los que deciden cuando la pelota comienza a rodar".
El desistimiento es común, no así la mantención de los principios. Los representantes de esta última vía constituyen apenas un grupúsculo. José Luis Sierra es de esa menuda lista.
El "Coto", DT de una Unión Española que ha logrado una estabilidad de rendimiento encomiable -en relación con las expectativas externas-, es quizás la mejor expresión de una consecuencia dogmática.
Como jugador, Sierra mantuvo siempre un sello inalterable. El buen trato de la pelota, la imposición de la inteligencia táctica por sobre la desesperación del vértigo y el compromiso estratégico permanente fueron siempre banderas de lucha con las que ganó más que perdió.
Es cierto. En su carrera también tuvo la fortuna de encontrarse con entrenadores que supieron entender su personal propuesta y lograron no sólo convertirse en sus aliados, sino que también fortalecer conceptualmente aquellos principios que para el "Coto" eran naturales.
Los hermanos Carvallo -Fernando y Luis Hernán- son dos de esos forjadores. También Arturo Salah y Gustavo Benítez. Todos -similares pero no iguales entre ellos- prepararon a Sierra para ser lo que es hoy: un entrenador que admira el toque y la creación del espacio, que cree en la paciencia de la circulación de la pelota, que siente, como pocos, que el enganche goza de perfecta salud (ni que lo diga un tipo como Martín Ligüera).
En época de tanta contrastación con ese modelo supervalorado que es Barcelona, la Unión de José Luis Sierra puede vanagloriarse hoy de ser la mejor referencia que hay en el fútbol chileno (así como también del Arsenal de Arsene Wenger).
Un arquero que ataja y saca excelente sabiéndose parte del entramado ofensivo (Lobos), el desprendimiento súper sincronizado de los laterales (González o Figueroa por la derecha, Cordero o Madrid por la izquierda), la buena construcción del sector central defensivo (Delgado-Olarra asistidos por Villagra), la activa resolución de un volante moderno (Leal), el mencionado aporte técnico del uruguayo Ligüera y una ofensiva que se mueve conceptualmente con criterio aunque aún carece de equilibrio (Monje destaca, Jaime insinúa, Estévez se regula, Aravena se conecta a ratos y Harbottle lucha por sí mismo) hacen del conjunto del "Coto" la más sólida apuesta táctica entre los equipos del torneo.
Sin duda que la aventura resultadista condicionará su específica valoración popular. Pero no por ello no valga el reconocimiento a un equipo que tiene el alma de quien lo dirige.
fuente: Diario El Mercurio
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2 comentarios:
Muy buena columna compadre!!
Saludos,
Me parece super acertado el análisis que hace es Sr. Gilbert de la gestión del estratego rojo (Sierra)y del juego exibido por el equipo, en especial su conclusión final, aquella que indica que los resultados tendrán la última palabra. No obstante, el Sr. Gilbert se olvida de un ente muy importante que es el soporte, de los equipos, las personas que los integran y quienes los dirigen, ese ente es el público, que tiene el rol más importante y que además es doble, en efecto, porque se alimenta de lo que producen los equipos y sus integrantes y también alimenta a estos mismos con su apoyo espiritual en las tribunas y con el dinero que deja en boleterías. Esto para mí es el punto de inflexión entre el análisis del Sr. Gilbert y mi comentario. En primer lugar pienso que el futbol de Unión Española es retrógrado, carece de vértigo, es lentísimo y por Dios que aburrido, en suma no vale lo que se paga en boleterías, por eso la gente no va al estadio (es para dormir). En segundo lugar creo que la dirigencia y el cuerpo técnico, no han aprendido la lección, ¿cual es la lección? comprar barato y vender muuuy caro, pero para eso se debe cumplir con lucidas actuaciones y contratar jugadores buenos y JOVENES (no Scotti, Espinoza, Madrid, Estevez, en fin para que seguir), ¿se han fijado que últimamente Unión se ha convertido en el refugio de todos los jugadores que están en el ocaso de su carrera? y que curioso, la mayoría viene de Colo-Colo. Extraño verdad. En tercer lugar, que pena que Unión se haya farreado la vitrina que significa estar todos los fines de semana en CDF, y claro, lo considero una farra dadas las actuaciones mostradas en la pantalla chica.Cuando hablo de farra en realidad me refiero a la enorme posibilidad que significa captar adeptos, simpatizantes, en definitiva hinchas que acrecienten el global de una institución. En último término, creo entender perfectamente el análisis del Sr. Gilbert y con el la justificación del desempeño de Sierra y sus dirigidos, pero de ahí a comparar a Unión con el BARCELONA...umh. En definitiva, sin necesidad de esperar tanto vaticino que Sierra será un técnico más en la larga lista de grandes jugadores que fracasaron como técnicos, en su caso particular por tener ideas obsoletas. En Chile cambiaron muchas cosas y una de ellas es la forma de jugar al futbol, los técnicos chilenos aún no se dan cuenta de ello ¿acaso es coincidencia que la mayoría de los equipos esté dirigido por un extranjero? Bielsa estuvo 4 años en Chile y los técnicos chilenos no aprendieron que su forma de jugar, puede no ser la mejor, pero es la que más gusta, es la que más vende, es la que más gente atrae al estadio, es la que queremos ver, es por aquella por la que pagamos con gusto una entrada, y conste que no fuí Bielsista y si soy un gran admirador del jugador José Luis Sierra Pando, el 10 de Unión.
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